Mario Maldonado - El Universal
El secretario de Hacienda, Edgar Amador, es experto en proyecciones económicas. Desde su paso por el Banco de México y luego en Hacienda, como subsecretario y ahora como titular del ramo, le gusta arrastrar el lápiz para trazar presupuestos y modelos econométricos que anticipen tendencias. En mancuerna con el actual jefe de la unidad de Planeación Económica de Hacienda, Rodrigo Mariscal, suele desafiar los pronósticos de los organismos multilaterales y los bancos. “Hay dos tipos de pronósticos: los que están mal y los que tienen suerte”, dijeron en noviembre pasado durante la presentación del Informe de Finanzas Públicas y la Deuda Pública de México.
Ahora, el todavía flamante titular de Hacienda –no lleva ni dos meses en el cargo– deberá enfrentar esas proyecciones pesimistas que tienen buena parte de los economistas sobre México, debido, entre otras cosas, a la alta exposición que tiene la economía del país con Estados Unidos: comercio, inversión extranjera, turismo y remesas, por mencionar algunos casos. También los expertos han basado sus proyecciones tomando en cuenta los cambios estructurales en el país, tales como la Reforma Judicial, la desaparición de los organismos autónomos o la reforma que está en ciernes sobre el sector de las telecomunicaciones y la radiodifusión.
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