Silvia Ribeiro* - Periódico La Jornada
Mientras los desastres climáticos avanzan por todo el mundo, las decisiones más notorias de la 29.ª Conferencia de cambio climático de la ONU (COP29) realizada este noviembre en Bakú, Azerbaiyán, empeorarán la situación.
La primera de esas malas decisiones fue aprobar un nuevo marco para mercados de carbono. La segunda, que se impuso sin consenso en el último momento de la conferencia, fue una paupérrima meta de financiación para apoyar a los países del Sur Global a enfrentar la crisis.
Es paradójico que un organismo de la ONU decida dar nuevo aire a los mercados de carbono, un invento que ha mostrado ser dañino e inútil para enfrentar el cambio climático y cuyo valor cayó en picada el último año, luego de la revelación de múltiples fraudes y violación de derechos humanos en esas operaciones.
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