- Estados y ciudades demócratas prometen no colaborar con la agenda migratoria republicana. El próximo ‘zar de la frontera’, Tom Homan, amenaza con perseguirlos legalmente o quitarles financiación federal
Nicholas Dale Leal - El País
Por ahora son solo amenazas, pero pintan un futuro turbulento. “Más que poner a la policía de Denver en la frontera del condado para mantenerlos fuera, tendrías a 50.000 denverianos allí. Es como el momento de la Plaza de Tiananmén con la rosa y la pistola”, dijo desafiante en una entrevista con un medio local el alcalde de Denver, Mike Johnston, hace unos días. Estaba hablando de la posibilidad de que la entrante Administración de Donald Trump mande agentes federales o miembros de la Guardia Nacional provenientes de otros Estados para hacer redadas migratorias en la capital de Colorado, que al ser una “ciudad santuario” no colabora con el Gobierno central en materia migratoria. ”No vamos a vender esos valores a nadie”, añadió Johnston, “no nos van a intimidar para que los cambiemos”.
La respuesta de Tom Homan, un “halcón” nombrado “zar de la frontera” por Trump a los pocos días de ganar las elecciones, llegó este lunes. Compartiendo pantalla con el gobernador de Texas, Greg Abbott, aliado total del trumpismo, Homan le dirigió sus propias palabras a Johnston sin morderse la lengua. “El alcalde de Denver y yo estamos de acuerdo en una cosa: él está dispuesto a ir a la cárcel, yo estoy dispuesto a ponerlo ahí... Es un delito grave acoger y ocultar a sabiendas a un extranjero ilegal de las autoridades migratorias. También es un delito grave obstaculizar a un agente federal. Así que si él no ayuda, está bien. Se puede quitar de en medio, pero vamos a cumplir con el trabajo”, dijo en el programa de Sean Hannity en Fox News, uno de los más populares de la cadena conservadora.
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