- Para la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, la inversión privada será bienvenida siempre que abone al fortalecimiento de las empresas públicas y contribuya a las finanzas del Estado
Alfredo González - El Heraldo de México
Un halo de misterio parece recorrer Pemex: el fantasma de la inversión privada. Las presionadas finanzas de la empresa productiva del Estado, cuya deuda asciende a casi 100 mil millones de dólares, permiten suponer que el gobierno de Claudia Sheinbaum impulsará alianzas con empresas que no son de gobierno.
Necesitan recursos para detonar proyectos de exploración y producción de hidrocarburos, refinación, energías renovables y extracción de litio sin presionar más su precaria situación económica.
Por eso, con base en los diagnósticos del equipo de transición de la Presidenta electa, es necesario abrir el mercado energético al sector privado para facilitar.
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