- Quizás como símbolo de lo que viene, ya dijo AMLO que por lo pronto no se va a ir a “La Chingada”, que seguirá un tiempo en la CDMX. ¿Serán acaso seis años?
Enrique Quintana - El Financiero
Andrés Manuel López Obrador es, por temperamento, un político rijoso.
Su terreno es el de la confrontación. Es donde se siente más cómodo y en el que obtiene los mejores resultados.
El ámbito de la negociación no se le da bien. No está acostumbrado a escuchar y ceder, para obtener algo de lo que busca, aunque no sea todo.
Ese comportamiento político le ha sido muy redituable, pues una parte de su popularidad deriva de que se le ve como un político diferente a los demás.
Ya como presidente de la República, su gestión estuvo llena de enfrentamientos, algunos abiertos y otros soterrados.
Uno de los que llamó más la atención fue el choque con el rey de España.
En marzo de 2019, a menos de cuatro meses de haber iniciado su gestión, señaló lo siguiente:
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