- El debate se asemeja cada vez más al previo a la no-recesión de 2023
- El Conference Board apunta a un paro del 5% y otro recorte 'jumbo' de la Fed
- Pero el paro semanal telegrafía un informe de 300.000 nóminas en septiembre
Foto: iStock
Mario Becedas - elEconomista.es
La famosa paradoja del gato de Schrödinger estipula que el animal está vivo y la vez muerto hasta que se abre la caja en la que se encuentra metido. Algo así ocurre con la recesión de EEUU: unos creen que ya subyace en la debilidad de algunos indicadores y otros ni siquiera se la plantean. Una pieza clave de este rompecabezas, el mercado de trabajo, en vez de aclarar el panorama lo está dificultando aún más. Aunque el grueso de las últimas cifras muestra un patente deterioro de las los calientes datos posteriores a la pandemia, tampoco se puede hablar de descalabro y algunos indicios incluso apuntan a un cierto recalentamiento. Como ya pasó en 2023, el año de la no-recesión, se podría decir, el debate se calienta semana a semana y cada nuevo dato extrema las posturas.
Esta semana los 'profetas' de la recesión recibían algo de maná en sus manos. La confianza de los consumidores, medida por el Conference Board, es decepcionantemente baja, ya que el índice general ha caído a 98,7 en septiembre, frente a 105,6 en agosto (inicialmente se había informado de 103,3). La previsión de consenso era de 104 y el resultado publicado el martes inferior a lo previsto en la encuesta de Bloomberg: la cifra más baja fue 101, según 46 grupos diferentes. Las expectativas, a su vez, han caído de 86,3 a 81,7 puntos, mientras que el índice de las condiciones actuales bajó 10,3 puntos, hasta 124,3 puntos. Se trata de un descenso bastante alarmante y es el resultado más débil desde marzo de 2021 para las condiciones actuales.
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