Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto - Expreso
La confirmación del Maximato que viene -o al menos del que intentará instaurar Andrés Manuel López Obrador- se produjo la semana pasada cuando, ya sin pudor ni vergüenza, justo en el día que acababa de ser aprobada su cuestionada y dudosa reforma al Poder Judicial, el presidente reconoció lo que en este espacio le habíamos informado desde el pasado 14 de agosto: que su hijo mediano, Andrés Manuel López Beltrán, competiría por un cargo de elección en Morena y haría lo mismo que hizo en su gobierno, actuar como su operador político, pero ahora ya sin ocultarse y ocupando la Secretaría General del partido fundado por su padre.
Comenzó así a cumplirse el gran acuerdo que el Presidente saliente hizo con su pupila Claudia Sheinbaum, cuando él decidió que sería ella la candidata presidencial de Morena y su sucesora en el cargo, decisión que siempre estuvo atada y condicionada a que la doctora aceptara que para 2030 el apellido López volviera al poder a través del más político de sus cuatro hijos, a quien en realidad parece ir destinado aquel famoso "testamento político" del que tanto habló AMLO, sin hacer nunca público el nombre del beneficiario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario