Por: Alejandro Valerio - El Economista
La administración de Claudia Sheinbaum ha iniciado con reformas clave en los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, redefiniendo el papel de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
A pesar de la incertidumbre que generan, estas reformas, junto a políticas públicas efectivas, pueden erigirse en una oportunidad para explotar el gran potencial en greenshoring que tiene México.
El greenshoring es una estrategia que busca reubicar capital hacia procesos de producción más sostenibles, en países con regulaciones claras y que ofrezcan incentivos para reducir la huella de carbono.
En abril pasado, la entonces candidata Sheinbaum anunció inversiones por 13,600 millones de dólares en proyectos de energía renovable, alineándose con la tendencia global de mayor inversión en producción sostenible.
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