Enrique Campos Suárez - El Economista
Tenía que llegar el día y llegó. A 20 días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos finalmente empiezan a hacer estragos financieros las palabras agresivas de Donald Trump en contra de los intereses comerciales de México.
Durante meses el candidato republicano se ha dedicado a denostar a nuestro país en múltiples temas, seguridad, migración, temas raciales y comerciales. Pero ahora que las apuestas lo tienen con ventaja frente a la demócrata Kamala Harris, sus dichos empiezan a herir los intereses mexicanos.
Los mercados del mundo se ponen nerviosos a la par que algunas de las más famosas casas de apuesta empiezan a inclinarse irremediablemente hacia el triunfo del republicano sobre la demócrata.
Porque mientras las encuestas los empatan en aquellos estados llamados columpio, los apostadores parecen ya tener a un favorito.
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