Jorge Ramos - El Siglo de Durango
Gane quien gane la próxima elección presidencial en Estados Unidos, los perdedores serán los inmigrantes. Hay un ambiente antiinmigrante como nunca lo había visto en mis cuatro décadas en el país. Y sea Kamala Harris o Donald Trump quien gane la Casa Blanca el martes 5 de noviembre, habrá más controles en la frontera con México, nuevas restricciones para vivir aquí legalmente y mucho miedo.
Esta no es la nación que ofrecía en la estatua de la libertad que le trajeran a los más vulnerables, a los pobres y a las masas que buscan un lugar seguro. Estos son los Estados Unidos de Trump y de sus ataques e insultos contra los extranjeros. Desde que bajó esas escaleras doradas en el 2015 y anunció su primera candidatura presidencial, Trump ha normalizado lo que antes era impensable - desde llamar "criminales", "violadores" o "animales" a los inmigrantes hasta separar a miles de niños de sus padres tan pronto cruzaran la frontera.
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