- La campaña estadounidense enfila la recta final con el republicano crecido en las encuestas. Los sondeos, muy reñidos a nueve días de la cita con las urnas, no dan un claro ganador
El momentum es a la política estadounidense lo que el duende al arte flamenco: llega o no llega, y de nada sirve forzarlo. Estrategas políticos, periodistas, encuestadores y otros exégetas de la campaña que enfrenta a Donald Trump con Kamala Harris tratan de descifrar si Trump está viviendo o no su momentum, que así es como llaman en Washington a ese impulso en los sondeos, propiciado por la coyuntura y por una cierta alineación de los astros. Es importante resolver esa duda, porque a nueve días de la cita con las urnas podría ser el empujón definitivo que devolviera a la Casa Blanca cuatro años después al hombre que se despidió del cargo instigando una insurrección el 6 de enero de 2021.
Trump lleva cinco semanas mejorando en las encuestas, tanto en las nacionales como en las de los siete Estados claves, y eso le ha permitido acortar la ligera diferencia que le había sacado su oponente demócrata en una pugna que por lo demás se ha demostrado prácticamente inmune a los sensacionales acontecimientos de los últimos meses, con dos intentos de asesinato incluidos. Los pronósticos, que incluso vaticinan un empate en el voto electoral (un escenario inédito desde hace 20 años), arrojan unos totales tan reñidos que no es posible sacar ninguna conclusión definitiva sobre lo que sucederá el 5 de noviembre.
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