Por Carlos Alberto Martínez Castillo - El Economista
En los últimos años se han registrado buenas tasas de creación de empleo. Por alguna razón que se desconoce a los gobiernos se les califica por los puestos de trabajo que se crean durante sus periodos. Como se sabe no son los que crean empleos salvo los servidores públicos que, aún en los grandes países comunistas que suelen tener enormes administraciones públicas, o incluso, EU con una burocracia gigantesca, alcanzan a generar los puestos de trabajo que un país requiere. Se sabe que por cada empleo que crea un gobierno los particulares crean 100, entonces porqué se les juzga por los niveles de desempleo. La razón estriba en la percepción de que el Estado genera las condiciones suficientes para que el sector privado genere vacantes que representan el paso previo para producir riqueza y dos pasos antes de la generación de impuestos. En efecto, el empleo por sí sólo no genera riqueza e impuestos pues ambas ocurren cuando existe intercambio entre los agentes económicos. Las elementos que requieren los particulares como principales creadores de empleo, son fundamentalmente: seguridad pública y jurídica, así como estabilidad económica que se resume en control de inflación, gasto de gobierno, tasas de interés y tipo de cambio estable.
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