Gustavo Leal F.* - Periódico La Jornada
Como continuidad con cambio los 10 Puntos para la República Sana, presentados por el doctor David Kershenobich (25/3/24), confirman la fragilidad y complemento poco robusto del llamado segundo piso de la 4T de los previos Siete Pasos del Proyecto preliminar de pasos para la transformación de Claudia Sheinbaum en su discurso de inicio de campaña (1/3/24).
Ni los pasos ni los puntos entran a la médula del actual desafío sanitario. Los puntos están organizados, además, con cierto descuido, poca coherencia entre sí y armando una deshilvanada ensalada sectorial no priorizada. Será precisa mucha labor técnica de trabajo en territorrio para imprimirles la debida coherencia que merece un proyecto preliminar para la transformación. Aun así, dibujan una primera agenda sectorial preliminar (por ordenar, definir y concretar) contrastando con las descalificaciones –sin análisis alguno– de las plataformas partidarias opositoras.
La política de la administración 2024-2030 enfrenta seis grandes desafíos: activar efectivamente atención primaria de la salud, no sólo dilatar programas preventivos tradicionales, prevenir en el primer nivel de atención o crear comités de salud desde arriba, sino mejorar sustancialmente servicios clínicos (humanismo, tiempos de espera, calidad de atención, abasto), seguir atendiendo el muy delicado capítulo laboral de la federalización y los profesionales sanitarios del régimen ordinario IMSS/Issste, diseñar estrategias coherentes de cuidados frente al envejecimiento (sólidamente financiadas), consolidar avances del IMSS-Bienestar, que exige un adecuado modelo de atención semiurbano/urbano/rural, y diseñar una recta complementariedad con los privados. Entrar a la médula de este desafío es el reto.
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