Mario Maldonado - Sonora Presente
Son dos políticos que han sabido navegar las turbulentas aguas de la política en tiempos de la 4T. Con estilos y trayectorias diferentes, se han posicionado como los “virreyes” del Poder Legislativo. No es una figuración: Ricardo Monreal y Adán Augusto López manejan la Cámara de Diputados y el Senado, respectivamente, a su antojo, como “reyes” o “virreyes”, porque “su palabra es la ley” y no hay quien los contradiga. Hasta ahora, ni siquiera la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha podido o querido hacerlo.
Monreal y Adán Augusto son dos viejos lobos de la política, más parecidos a los priistas de antaño que a izquierdistas progresistas, como se imagina la presidenta Sheinbaum durante su gobierno. Ambos, muy cercanos en su momento a Andrés Manuel López Obrador, aspiran a tomar ese liderazgo que ejerció con toda plenipotencia el fundador y líder moral de Morena ahora que, según dijo, se retiró de la política y de las actividades públicas.
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