Por Luis Miguel González - El Economista
Los apagones de este martes fueron causados por el excesivo calor que se registró, dijo el presidente López Obrador. Tiene razón. Lo dijo para evadir la responsabilidad por los errores de la política pública relacionada con el sector eléctrico, pero tiene razón: los apagones no hubieran ocurrido, quizá, si no tuviéramos esta ola de calor.
No tuvo éxito AMLO en su intento de construir un relato alternativo. En primer lugar, porque él había garantizado en múltiples ocasiones que no habría más apagones. Cada vez que lo hizo, defendió su política energética y criticó a quienes advertían de los riesgos de empoderar a la CFE a costa de inhibir la inversión privada. Desestimó los argumentos técnicos de quienes criticaban estas decisiones y los redujo a la categoría de “politiquería”. El tiempo ha puesto las cosas en su lugar. El final del sexenio nos ayuda a poner los argumentos en perspectiva.
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