- Forzar ahora una recesión puede evitar sufrirla en un peor momento electoral
- Tratará de demostrar las tesis antiglobalización de JD Vance y Stephen Miran
- EEUU gana poder de negociación para imponer exigencias al resto del mundo
Víctor Blanco Moro - Madrid - elEconomista.es
Donald Trump llegó a la presidencia de Estados Unidos como un outsider en el mundo de la política tradicional, y en su segundo mandato ha dado un golpe sobre la mesa, logrando imponer una política de aranceles que no fue capaz de sacar adelante en su primer mandato como presidente. Los aranceles que ha aprobado Trump esta semana rompen con la ortodoxia globalista que ha caracterizado a Estados Unidos en los últimos años, y plantean la entrada en una nueva era antiglobalización en la política económica mundial. La aplicación de unos aranceles no vistos en 100 años ha llevado las manos a la cabeza de muchos analistas y economistas por el impacto negativo que tendrá en la economía mundial, y también en la estadounidense, pero hay algunos motivos más allá de lo evidente que pueden explicar la decisión que ha tomado la administración Trump.
El presidente estadounidense ha defendido desde hace décadas la imposición de aranceles para defender los intereses de Estados Unidos, y trató de sacarlos adelante en su primer mandato en la Casa Blanca, sin éxito. Ahora ha logrado imponer su política comercial poco ortodoxa, pero hay algunos argumentos bajo la superficie que pueden explicar los motivos del presidente y su equipo para aprobar una medida que, para los expertos, van a desembocar en más inflación y menos crecimiento en Estados Unidos.
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