Con el afán de cubrir la rechifla
que se llevan el PAN y Calderón Hinojosa, éste ha decidido emprender una
campaña de anuncios espectaculares que no queda obligado a cumplir y que no se
cargarán al presupuesto que a él toca ejercer.
Por Gabriel Reyes Orona – Reporte
Índigo
Es
difícil enfrentar una derrota peor, al pasar de la silla presidencial al tercer
lugar, a un lejano tercer lugar. Por ello, solo le falta anunciar el inicio del
programa espacial mexicano, pues ya inventó yacimientos cuya prospectiva es -al
menos- dudosa.
Para
quitarse a los medios de encima, se ha resuelto a llenar titulares con dos
reformas preferentes y a manipular el tipo de cambio, mercado delgado éste, que
puede ser fácilmente alterado a través de intervenciones sucias, dado el frágil
punto de equilibrio en que hoy se encuentra.
En cuanto
al primer tema, hay que decir que las reformas preferentes están pensadas para
priorizar trámite, no para forzar acuerdos. En efecto, ya cuando un tema ha
sido suficientemente discutido y ha generado consensos, éste debe encontrar
ruta ágil para su aprobación. También están pensadas para casos que por su
urgencia, emergencia u obvia aprobación, precisan de un camino expedito.
El debut
del mecanismo no pudo ser pervertido de peor manera. Lo que no pudo conseguir
su bravucón auxiliar, lo mandó con calzador para poder justificar su slogan
como presidente del empleo. Pero ahora ha entrado en cuenta que ya no puede
tocar la minuta, ya que de lo contrario regresaría a la Cámara de Diputados en
proceso ordinario.
La
reacción de Lozano demuestra que entonces no eran los principios de
transparencia sindical y otras bravatas de su partido lo importante, sino que
se aprobara antes del primerode diciembre, de lo contrario darían la pelea
hasta el final, pero ya asomaron las orejas, aunque debe reconocerse que su
sucesora sí sabe lo que es hacer política.
Apelando
al recato parlamentario, que no es sino el cálculo de lo que no debe decirse
para no pagar costos políticos, ha emprendido una reforma en materia de contabilidad
gubernamental que nos devuelve a mediados del siglo XIX, y, que saca el cobre
del talante centralista, autoritario y demagógico con el que gobernó estos 6
años.
La
amenaza reza: ¿quién se atreve a negarse a la transparencia, y con ello a
solapar abusos de munícipes y gobernadores”, ante ella, mediante unánime y
conveniente ignorancia de nuestra Carta Fundamental, se aprobó en el Senado una
violación flagrante a la autonomía del régimen interior de los estados que aún
consagra nuestra constitución, y de paso, se asestó un golpe mortal al
federalismo hacendario.
Como todo
sofisma, la tesis tiene apariencia de verdad, pero es una mentira más, de un
sujeto que le desborda el autoritarismo policiaco debajo del ropaje de Gómez
Morín.
¿Transparencia?
Sí, a fondo y de verdad, pero esa se rinde frente a la sociedad. Los
gobernadores y munícipes se deben a quienes ellos gobiernan, y, conforme a sus
normas propias, deben darles respuesta.
Hace casi
dos siglos el presidente de la federación dejó de ser tlatoani, eso es el pacto
federal, eso es nuestra Constitución.
Pero
peor, ahora se pretende violar el acuerdo nacional por la puerta de atrás, para
erigir a una dependencia, a un órgano no elegido, a una oficina burocrática,
como censor y control de los gobiernos estatales y municipales.
La SHCP-
como Lutero- es la menos transparente e indicada, para ser eje de la rendición
de cuentas de las finanzas estatales.
Habrá que
esperar que en la Cámara con facultades exclusivas en materia presupuestaria y
de fiscalización, se enmiende el atropello con piel de cordero.
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