El hombre
que ganó las elecciones de 2008 en EE UU no volverá. La Casa Blanca le ha endurecido
Jonathan Schell / El País
Después del segundo debate entre
el presidente estadounidense, Barack Obama, y su contrincante, el republicano
Mitt Romney, los seguidores de Obama gritaron al unísono: “¡El viejo Obama ha
vuelto!”. El candidato lánguido, indiferente y apagado del primer debate había
desaparecido y la figura imponente y admirada de la victoriosa campaña de 2008
había regresado. Como señaló el comentarista, Andrew Sullivan, “lo vi
participar como la primera vez… Vi al presidente que yo conocía”.
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