jueves, 4 de octubre de 2012

VENTAJISMO

David Trueba / El País

Si los espectadores de televisión, y la vida, tienen paciencia, disfrutarán con las contradicciones de los discursos públicos. Cuando escuchamos a líderes políticos valorar las decisiones del Constitucional o el recurso de la población a manifestarse tan solo hay que sentarse a esperar para verles opinar una cosa y la contraria según les vaya la legislatura.
El dirigente económico Ollie Rehn ha de ser necesariamente la pesadilla para las utopías bondadosas filmadas por su compatriota finlandés Aki Kaurismaki. Nosotros lo recibimos con alegría, porque vino a decirnos que la salvación nos llegará por la austeridad. Así que permitió al gobierno español pronunciar una frase encantadora: "ya te lo decía yo". No es fácil aceptar que todos los recortes se justifiquen bajo la excusa del clima financiero. Abrasados por la deuda las autoridades han salido a romper los paraguas de la gente. Ni ayudas, ni protección, ni salvaguarda, ni cooperación. Y como aún están pendientes de revisar las pensiones que se anden con ojo los jubilados en las manifestaciones, además de algún porrazo les puede caer una quita. Pese al éxito del equipo europeo en la Ryder, capitaneado por un español con órdenes de ser ambiciosos e insumisos ante la adversidad, la doctrina política continental sigue el derrotero contrario. Como si fuera posible correr si estás de rodillas. La realidad es dura, nos dicen, pero la realidad también se fabrica.
La contradicción asoma cuando vemos al ministro de Industria contar feliz en la televisión las bondades del plan Pive, argentinismo con el que se propone reanimar la venta de automóviles. Soria explicó apasionado que por cada euro que el Estado invertirá en subvencionar la compra de un coche se recuperarán dos euros por recaudación tributaria. Análisis y cálculo que aplaudimos. Pero uno se pregunta por qué no se hace la misma cuenta en educación, investigación, desarrollo o cultura. ¿No rendiría ese euro el mismo servicio? No habíamos quedado que la subvención es chunga. Ventas y espejismo forman una palabra fea: ventajismo. Pues como decíamos, con paciencia, uno encuentra perlas del ventajismo hasta aburrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario