DIEGO PETERSEN FARAH / EL SIGLO DE TORREÓN
En tres patadas
Uno de los
cinco grandes temas de este país, es sin duda la migración. Quizá sólo
la pobreza, la violencia, la reforma educativa y la reforma laboral
estén por encima del tema migratorio. No es un tema al que queramos o no
queramos entrarle. No hay opción: la frontera con Estados Unidos nos
convierte en automático en un país que expulsa y capta migrantes. En
este contexto, el nombramiento de Ana Gabriela Guevara como presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios es simplemente irresponsable.
Ana Gabriela puede tener
todas las cualidades del mundo y encasillarla sólo como una gran
velocista puede ser injusto. Ella fue una gran corredora y ahora es un
personaje político que se va a dedicar a la política, pero su
experiencia en relaciones internacionales es cero. Pero tan absurdo es
poner a una novel política en un tema tan delicado como mandar a una
corredora principiante a las olimpiadas para que se foguee. Ana
Gabriela, claridosa como es, no hubiese dudado en criticar tal
despropósito.
Sea quien sea el próximo presidente de Estados Unidos el tema migratorio estará en el candelero. Si gana Obama es muy probable que plantee una reforma migratoria y si gana Romney el tema será punto menos que álgido.
En cualquiera de los dos casos la presión para que México cierre la
frontera sur e imponga los cánones estadounidenses de control será
enorme. Este es un asunto que ha venido avanzando sin hacer demasiado
ruido y que continuará en los próximos años: Estados Unidos Y Canadá
buscarán una integración de los modelos migratorios con políticas
estandarizadas.
Un ejemplo de ello es que México ya no pide visa a ciudadanos
colombianos (los más mal tratados en territorio mexicano)... si tienen
visa para EU. Es decir, en la practica México ha ido equiparando sus
políticas de migración a las del vecino país.
No hay nada más distinto a una carrera de velocidad que la política;
las relaciones internacionales se tejen despacio, amarrando cada nudo y
con pericia. En la práctica la senadora Guevara a lo más que puede
aspirar es en este tema es a no estorbar, lo cual es ya de por sí
patético. Lo que es seguro es que le está quitando al país la
posibilidad de que esa comisión del Senado la ocupe alguien que sepa del
tema y aporte.
Quizá el mensaje que nos quieren mandar los senadores es simplemente
que lo que pasa en el Senado de la República es tan poco importante que
cualquiera puede presidir cualquier comisión. Salud. Mensaje recibido.
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