La
Secretaría de la Marina dio otro gran paso este lunes, pero hacia el
desastre comunicativo. La forma desaseada como manejó la información de
la muerte del jefe de Los Zetas, Heriberto Lazcano, a través de
infidencias, filtraciones y datos sueltos que fueron corrigiendo en la
medida que la especulación en medios crecía, generó confusión,
contradicciones y desinformación que le quitó brillo a tan importante
acción. Pero no fue algo nuevo. La comunicación política en un gobierno
es todo, y la comunicación en el gobierno de Felipe Calderón en la
guerra contra las drogas, ha sido el fracaso más grande de su
administración.
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