Por David Colmenares Páramo* / Eje Central
Ya hemos comentado ante la crisis española que el federalismo
puede ser la salida política ante las fuerzas que cuestionan en varías
Comunidades Autónomas españolas, encabezadas por Cataluña, su vinculación a
España. Las manifestaciones han sido vastas, empezando por las repercusiones de
la masiva movilización ciudadana por la independencia de Cataluña han dominado
los espacios políticos de ese País, mereciendo incluso comentarios en el seno
de la Unión Europea, que hablan de lo costoso que sería para España y
Cataluña una acción de esa naturaleza.
En el encuentro de hace unas semanas entre el
Presidente de la Generalitat y el Presidente de España, donde este último
rechazó la propuesta de revisar el Pacto Fiscal, abrió aún más la discusión y
resaltó los problemas presupuestarios por los que atraviesa España, que cada
día se ve más complicado. Sin embargo ha emergido como el Tema, lo referente al
Pacto que demanda el Gobierno de Cataluña, que consiste en que se les entregue
la potestad de los impuestos generales y la Agencia Tributaria, esto es la
administración impositiva y la soberanía fiscal.
Es evidente que el Pacto está agotado y que tiene que
renovarse. El mismo impulsaba un modelo social basado en la política de
bienestar y un cierto grado de descentralización acotado por la naturaleza del
Estado Unitario. Desde mediados de los 80s el financiamiento de las Comunidades
Autónomas de régimen común, ha sido regulado por acuerdos en el seno del
Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Sin embargo el Pacto Fiscal español se agotó, la crisis
económica lo evidencia y en consecuencia, se tienen que cambiar las relaciones
intergubernamentales y las reglas del juego del reparto de los recursos y las
responsabilidades de gasto. Es evidente que han sido maltratadas fiscalmente
las Comunidades y lo de Cataluña es una reacción natural. Para variar es
la Economía, el modelo ha fallado, la deuda ha rebasado los límites
permisibles,
Desde mi punto de vista, la única salida política viable, es
la de que el Estado Unitario se transforme en un Estado federal, revise el
Gobierno Central sus relaciones con las Autonomías desde la ventana del
federalismo fiscal, con un reparto adecuado y suficiente de las facultades
tributarias, creando mecanismos de compensación para las Autonomías de menor
nivel de desarrollo, a través de las transferencias que complementen las
haciendas públicas de las entidades de menores ingresos y más débiles
estructuras productivas. Un federalismo cooperativo y solidario, en la
distribución de las potestades impositivas. Pueden aprender del Federalismo
Alemán que tan buenos resultados presenta.
Los países más grandes y las economías
más fuertes del Mundo corresponden a países federales como Estados Unido,
Canadá, Rusia, Alemania, India o Brasil y México, con un grado importante de
descentralización de las facultades tributarias ?que no es el caso mexicano-
como podemos observarlo en las estadísticas de la OCDE, el CIAT y el FMI. Por
el contrario las tendencias separatistas se dan más en países unitarios como
España, sobre todo cuando hay crisis fiscal y económica. Ayer mismo El País
informa que en 2013 el pago por intereses de la deuda pública superará al de
servicios personales: será de 38 mil millones de euros, 9 114 millones más que
en 2012, mientras que los de personal apenas rebasan lo 33 mil millones. La
crisis parece que va muy rápido hacia abajo.
El Federalismo es una buena solución ante
las manifestaciones separatistas que se mantendrán mientras no haya un nuevo
Pacto Fiscal, no cambie la distribución de las facultades tributarias y no
cuenten con un espacio de concertación institucional a nivel de pares. En lo
fiscal deben tener claro que primero tienen que definir el reparto de las
fuentes tributarias, entre las propias Autonomías y el Gobierno Central.
Después definir y mantener dos principios básicos para el reparto entre ellas:
el resarcitorio, esto es aquellas donde se genera la recaudación, no sean
castigadas y aprovechar las transferencias para fortalecer o compensar las
diferencias en los niveles de riqueza e ingreso de las comunidades y los
ciudadanos menos favorecidos.
España necesita ser una Nación
Federal y ya hay muchas voces en ese País que así lo señalan. Para
nosotros es una lección para aprovechar mejor lo que tenemos.
*Auditor
Especial del Gasto Federalizado en la ASF. Ha sido Presidente del Colegio
Nacional de Economistas.
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