Jaime Martínez Veloz / La Jornada
Después de casi 18 años
de que se instituyó la política de asignar subsidios a través de
programas direccionados a las familias más pobres del país, como la
panacea o la fórmula mágica para que éstas salieran de la situación
social en la que se encontraban, la realidad demuestra la insuficiencia
de estas medidas.
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