Periódico La Jornada
El subdirector de la agencia antidrogas estadunidense (DEA), Louis Milione, renunció a su cargo luego de que una investigación periodística sacó a la luz que trabajó como consultor de empresas farmacéuticas vinculadas a la crisis de sobredosis de analgésicos opioides, el mayor problema de salud pública de ese país. De acuerdo con las revelaciones, Milione hizo carrera en la DEA durante 21 años, pero en 2017 se convirtió en consultor privado, periodo en el cual testificó a favor de una gran distribuidora acusada de no reportar miles de pedidos de opiáceos. La agencia se desistió de cualquier acción contra esa firma. El ex funcionario también cobró 600 dólares la hora por asesorar a Purdue Pharma en varias demandas judiciales que la señalan como una de las compañías que se enriquecieron con la venta sin control de estas sustancias, antecedente de la epidemia de drogas como el fentanilo.
Purdue no es un actor cualquiera en el sector farmacéutico. Se le considera ampliamente responsable de poner en marcha la actual crisis cuando comercializó su producto estrella, OxyContin, el cual fue publicitado como si se tratase de un fármaco inocuo. El año pasado, llegó a un acuerdo que la obliga a pagar 6 mil millones de dólares y a ofrecer una disculpa pública por el dolor que ha causado. Los Sackler, la familia propietaria de Purdue, fueron homenajeados durante décadas con la designación de edificios y becas educativas en su honor, distinciones que se retiraron cuando se reveló que continuaron lucrando con OxyContin pese a que ya se encontraba bien documentados su efecto altamente adictivo y la dependencia que había generado en miles de pacientes.
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