Jorge Suárez-Vélez / El Financiero
Se dice que uno de los inventos más poderosos de la humanidad fue el
contrato financiero, que funciona como una máquina del tiempo. Quien
ahorra está transportando su excedente de ingreso de hoy, para con él
consumir mañana. Quien pide prestado hoy, está transportando su ingreso
excedente de mañana para consumirlo o invertirlo hoy. Si viéramos que
una familia gana, digamos, cien mil pesos al año, pero debe 250 mil,
para saber si van a enfrentar un problema o no, tendríamos que
preguntarnos en qué usó el excedente de ingreso de mañana.
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