Los conservadores estadounidenses ya no pueden vivir sin la idea de que el dólar se está descomponiendo, pese a ser mentira
El primer paso hacia la recuperación económica consiste en admitir que
tenemos un problema. Esto vale tanto para los movimientos políticos como
para las personas. Así que tengo algunos consejos para los llamados
conservadores reformistas que intentan restaurar la vitalidad
intelectual de la derecha: hay que empezar por afrontar el hecho de que
dicho movimiento es presa de ciertos impulsos incontrolables. En
concreto, es adicto a la inflación (no al fenómeno en sí, sino a la
afirmación de que la inflación descontrolada está ya aquí o a punto de
llegar).
No hay comentarios:
Publicar un comentario