Raymundo Riva Palaco / Eje Central
Los mexiquenses en el gabinete del
presidente Enrique Peña Nieto están chocando. No es algo nuevo que el
grupo que lucía monolítico al arrancar la administración, tenga fricciones después
de 18 meses de estar en el poder. Lo preocupante es que estas
divisiones, por estrategias distintas y antagónicas, están poniendo en
riesgo la Reforma Educativa. El conflicto se da entre Emilio Chuayffet, secretario de Educación, responsable de ejecutar la reforma, y Luis Miranda, subsecretario de Gobernación, y Alfredo Castillo,
comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral en Michoacán,
que manejan la relación política con la disidencia magisterial, que se
opone a ella y quiere descarrilarla.
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