Desde 2002, la Cofepris
autorizó el consumo humano de MON 603, el maíz que causó tumores y muerte
prematura a ratas alimentadas con este transgénico. Sin estudios
especializados, la dependencia asegura que la población mexicana puede consumir
la semilla sin riesgos para la salud. La declaratoria de inocuidad coloca en
situación de riesgo la vida de los mexicanos y pone en vilo su cultura. El MON
603, propiedad de Monsanto, está a la espera de ser cultivado por esa
trasnacional en Sinaloa, y por Pionner Hi-Bred en Tamaulipas, en más de 1
millón de hectáreas
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