Yazmín Zaragoza / El Sol de México
Ciudad de México.-
Mientras 5 por ciento de las trasnacionales y grandes productoras de
café se benefician de políticas públicas y el presupuesto, "la miseria
sigue siendo el común denominador de las comunidades cafetaleras e
indígenas que han dejado de ser competitivas".
Olegario Carrillo
Meza, presidente de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales
Campesinas Autónomas (Unorca), afirmó que "ante un mercado globalizado
el cultivo del café mexicano perdió competitividad y, con ello, dejó de
ser el principal producto agrícola de exportación que hasta hace algunos
años aportaba alrededor de 800 millones de dólares y se producían más
de 6 millones de sacos de 60 kilogramos". El panorama ahora es poco
halagador "no podemos seguir apostándole sólo al mercado y creer que
éste va a desarrollar a nuestras comunidades cafetaleras e indígenas",
por lo que demandamos enérgicamente la reorientación del presupuesto
para el campo, los recursos son para el desarrollo con justicia y
equidad", subrayó.
El café dejó de ser una de las 7 ramas de la
agricultura definidas como estratégicas, dijo Carrillo Meza, "y esta
pérdida fue propiciada por las políticas públicas erróneas, presupuestos
y programas mal focalizados y la intervención de actores que consideran
a los minifundistas como la esencia del problema".
Y ese,
sostiene, es un grave error, "ya que los pequeños y medianos productores
representan aproximadamente 95 por ciento del padrón nacional
cafetalero en donde la propiedad media nacional cafetalera es de apenas
1.3 hectáreas".
De este porcentaje del padrón de productores, 60
por ciento está establecido en zonas indígenas, sin embargo, los grandes
productores que representan 5 por ciento en los últimos sexenios han
sido el principal beneficiario de las políticas públicas y sobre todo
del Presupuesto. A su juicio, los pequeños y medianos productores no
quieren más de lo mismo, y por ello, a nombre de los cafeticultores, el
dirigente demandó que el presupuesto destinado "atienda de manera
integral las necesidades de los pequeños productores, particularmente en
lo que se refiere a renovación de cafetales, fomento productivo,
acopio, comercialización, extensionismo y fomento a café orgánico.
Además,
pidió que "los recursos aprobados para el sector cafetalero se
focalicen a productores de café de hasta 10 hectáreas, con la finalidad
de promover un desarrollo más equitativo en el sector".
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