David Alandete, Detroit / El País
El
candidato republicano Mitt Romney va camino de perder Michigan, Estado donde
nació y vivió hasta los 18 años, y del que su padre, George, fue un popular gobernador. Su familia no sólo
tiene lazos políticos en Michigan. El padre de Romney dirigió con éxito la
automotriz American Motors durante
ocho años. Lo que podría haber sido una victoria en Michigan, y en el Medio
Oeste, va camino de convertirse en un revés. Cuatro palabras de hace cuatro
años resuenan aun en este Estado sustentado por los empleos que aun ofrece la
industria del automóvil: “Dejad que Detroit quiebre”. Aquí, a Romney, esa frase
no se le perdona.
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