Iván Restrepo - Periódico La Jornada
Ante los graves problemas de todo tipo que desde hace dos semanas causa la tormenta invernal Elliot en Estados Unidos, Canadá y el norte de México, cabe recordar una de las tantas estúpidas declaraciones del entonces presidente Donald Trump. Cuando a fines de enero de 2019 pronosticaron temperaturas de hasta 40 grados bajo cero en la región del medio oeste del país, el mandatario se preguntó: ¿Dónde demonios está el calentamiento global? En el maravilloso medio oeste, las temperaturas con el efecto del viento están alcanzando menos 60 grados Farenheit, el mayor frío jamás registrado. En los próximos días se espera más frío aún. La gente no puede estar fuera ni siquiera unos minutos. ¿Qué demonios está pasando con el calentamiento global? Por favor, vuelve pronto, ¡te necesitamos!, escribió Trump.
No fue la única ocasión en que, ante un fuerte descenso de las temperaturas, Trump cuestionó las conclusiones científicas sobre el cambio climático. En diciembre de 2017, el presidente dijo que a Estados Unidos le sentaría muy bien un poco de calentamiento global para combatir las bajas temperaturas que se esperaban para ese fin de año. En el este, podría ser la noche de Fin de Año más fría de las registradas. Quizás podríamos utilizar un poco de ese viejo calentamiento global que nuestro país, pero no otros, iba a pagar billones de dólares para combatir. ¡Abríguense!, tuiteó entonces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario