jueves, 18 de septiembre de 2014

EUROPA ANTE SU 98

  • El auge de los independentismos es en parte producto de la globalización
La posibilidad de que Escocia vote sí a la independencia tiene perplejos a los mercados financieros. Quizás nadie como David Folkerts-Landau, economista jefe y consejero del Deutsche Bank, haya acertado a describir esa confusión. El hecho de que alguien esté dispuesto a abandonar una unión económica y política de tanto éxito como Reino Unido —una unión que muchos en Europa buscan desesperadamente emular— para enfrentarse solo a un mundo inseguro, geopolíticamente inestable y en un entorno económico y financiero sumamente estresado, le resulta incomprensible. Huelga añadir que esa perplejidad se extiende en mi caso a Cataluña.

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