viernes, 26 de septiembre de 2014

CAPITALISMO SUBVENCIONADO

  • La granja comienza a revolverse y la rebelión puede estar más cercana de lo que piensan quienes siempre se han creído impunes

No hay nadie en este país que se haya hecho rico por sí mismo. Nadie. ¿Construye una factoría en este o aquel lugar? Bueno para usted. Seamos claros: transporta sus mercancías al mercado por carreteras que pagamos los demás. Contrata trabajadores cuya educación hemos pagado todos. Está seguro en su fábrica porque los demás hemos pagado por la policía o los bomberos. No tiene por qué preocuparse de las bandas de malhechores que podrían amenazar sus instalaciones... Mire, usted levanta su instalación y ¿se le vuelve en algo terrorífico, o en una gran idea? Que Dios le bendiga. Tome, una buena parte de lo que hicimos entre todos. Pero en esa parte hay un contrato social subyacente: de ese bocado hay que pagar para el futuro, para que el próximo chaval que viene tenga oportunidades... Sin policía, escuelas, carreteras, bomberos, y todo lo demás, ¿dónde estarían las grandes empresas, los selfmade multimillonarios? Para que el capitalismo funcione todos y cada uno necesitamos del otro, de los demás”.
 

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