viernes, 26 de septiembre de 2014

¿PODRÉMOS ALTERAR EL DEVASTADOR CURSO?

Raúl Cremoix / El Financiero
Unos días antes de la Navidad de 1973, Mario Molina se dijo a sí mismo que estaba desvariando porque sus cálculos teóricos parecían no tener sentido. Los verificó una y otra vez antes de ir con su asociado Sherwood Rwoland, quien se preparaba a pasar su año sabático en Viena.
Los dos científicos se dedicaron a verificar una serie de ecuaciones matemáticas y cálculos químicos. Cuando terminaron tuvieron la sensación de compartir un horrendo secreto sobre la vulnerable y delicada condición del planeta
¿Qué habían descubierto, por qué se alarmaron?

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