Enrique Quintana / El Financiero
Los extranjeros, por lo menos desde Nueva York, tienden a ver con más optimismo las perspectivas de México en el largo, e incluso el corto plazo, que quienes vivimos en nuestro país.
Hay pocas dudas entre los inversionistas que se reúnen en la Gran Manzana, que México puedan conseguir relativamente pronto tasas de al menos 4 por ciento de crecimiento en el PIB, quizás desde el próximo año… siempre y cuando no se descarrile la economía mundial.
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