JORGE CARRASCO ARAIZAGA /APRO
Sólo bajo presión las autoridades mexicanas debieron reconocer que lo
ocurrido el pasado 30 de junio en el municipio de Tlatlaya es demasiado
turbio, por lo que debe ser aclarado
Testimonios y fotografías desmienten la versión original, la de un
supuesto enfrentamiento entre militares y criminales, y hablan en cambio
del asesinato de presuntos delincuentes que ya se habían rendido.
Sedena ya consignó ante un juez militar a ocho de los participantes en
esa acción, acusándolos de ‘desobediencia’ e ‘indisciplina’.
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