Antecedidos por la aprobación de la llamada Ley Peña-Televisa en
el Congreso de la Unión, comenzaron ya a manifestarse los primeros
reacomodos en el mercado de las telecomunicaciones. El acicate lo aplicó
el martes 8 el magnate Carlos Slim al anunciar la desincorporación y
venta de activos de su empresa América Móvil. Antes del sorpresivo
anuncio, el consorcio de Emilio Azcárraga Jean festejaba las leyes que
ostensiblemente lo favorecieron. Pero lo cierto es que, según expertos
consultados por Proceso, aun dentro de este
mar de asechanzas mutuas, y a la sombra de una ley tan deficiente como
sesgada, ni uno ni otro magnate saldrán perdiendo, ya que su apuesta a
partir de ahora será por la “cartelización” de sus negocios.
Jenaro Villamil
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El martes 8 se inició un nuevo
episodio en la guerra de las telecomunicaciones entre las compañías de
Carlos Slim y de Emilio Azcárraga Jean. Ese día América Móvil, propiedad
del primero, comunicó a la Bolsa Mexicana de Valores “la
desincorporación y venta de ciertos activos a favor de algún nuevo
operador independiente”.
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