domingo, 22 de junio de 2014

VALLEJO: UN GOBERNADOR POR EL NARCO Y PARA EL NARCO

José Gil Olmos / Apro
Bajo el disfraz de renuncia por motivos de salud y bajo la presión de Los Pinos, el priista Fausto Vallejo dejó el gobierno de Michoacán en medio de pruebas que confirman que llegó al poder con el apoyo del crimen organizado, que después pasó a cobrarle las facturas. Un documento de inteligencia militar asegura que su hijo Rodrigo pertenecía a la estructura tanto de La Familia Michoacana como de Los Caballeros Templarios y, entre sus funciones, estaba la de cobrar derecho de piso, establecer contactos con políticos y empresarios y facilitar operaciones de lavado de dinero.

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