Jordi Vaquer / El País
Italia se encamina hacia
elecciones tras el doble órdago de Silvio Berlusconi y Mario Monti. Su Gobierno
de técnicos habrá durado poco más de un año y es inevitable preguntarse qué
vendrá detrás, no solo en relación a quién vaya a gobernar sino, sobre todo, en
cuanto al estado la democracia italiana. Hay razones para preocuparse, en
particular teniendo en mente la salud democrática de dos países con recientes
experiencias tecnocráticas: Hungría y Grecia. Considerando solo estos dos
casos, sobran motivos de alarma; pero no cabe obviar que no son los únicos
precedentes. Sin olvidar que un Gobierno tecnocrático de duración limitada, más
que causa primordial de la erosión en la legitimidad democrática, suele ser su
síntoma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario