El hombre fuerte del Gobierno de Peña Nieto confía en que la economía se acelere este año
Jan Martínez Ahrens /
Madrid / El País
No hay tregua para Luis Videgaray. Víctima de la agenda posiblemente más
intensa de México, el secretario de Hacienda llega veloz al salón Goya
del madrileño Teatro Real, responde sin rodeos y, tras 19 minutos 39
segundos, se despide con amabilidad. Desde el primer instante se percibe
que lo suyo es coger el toro por los cuernos. “Los días son largos y
los años cortos”, se excusa. Para la entrevista, se ha sentado al borde
de un mullido sillón escarlata. Erguido, la frente tensa, su mirada se
clava en el interlocutor. Mientras habla, las espectaculares vistas al
Palacio de Oriente que brinda la sala le quedan muy lejos: él sigue en
México defendiendo desde su puesto de secretario de Hacienda el nervio
económico de la reforma emprendida por el presidente, Enrique Peña Nieto.
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