sábado, 13 de julio de 2013

EL LLANO EN NYLON

Silvia Ribeiro / La Jornada
Arde el llano en llamas, herido por la codicia de trasnacionales como Monsanto, Nutrilite y empresas de producción de hortalizas con cínicos nombres como Desert Glory y Bioparques, cuyos viveros de plástico y su contaminación se extienden más allá de donde alcanza la vista. Si Juan Rulfo escribiera, ahora lo llamaría el llano en nylon, dicen los comuneros de San Isidro, Jalisco, que tercamente insisten en la lucha por su tierra. Los nombres cambiaron, las heridas siguen abiertas. Apenas en junio de este año, 275 jornaleros –hombres, mujeres, niños– fueron liberados de la esclavitud a la que los sometía Bioparques de Occidente, empresa que desde 2010 recibió 10 millones de pesos en subsidios estatales y federales y hasta certificación de empresa socialmente responsable (La JornadaProceso, junio 2013).

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