Salvador García Soto / 24 Horas
El último político que buscó ser presidente de su partido para de ahí
brincar a la candidatura presidencial fue Roberto Madrazo Pintado y su
estrategia fue un rotundo fracaso. Madrazo no sólo mandó al PRI a un
tercer lugar nacional de votación en 2006, sino que dividió
completamente al tricolor, provocó una desbandada de militantes y
terminó repudiado por el priismo. Hoy, siete años después, Marcelo
Ebrard intenta repetir el mismo esquema y la fallida estrategia
madracista, pero en el PRD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario