martes, 30 de julio de 2013

RECUPERAR A LA CIUDADANÍA

Superar la desafección hacia la política requiere salir de la crisis de una manera a la vez simple y complicada: corrigiendo los errores cometidos y restableciendo los equilibrios en la UE


La crisis ha provocado en la ciudadanía una extensión de la desafección hacia la política. Esa desafección no cuestiona el sistema democrático, pero sí la capacidad de lograr que su salida se produzca de una manera rápida y cohesionada. Superar esta desafección es fundamental. Para ello es preciso entender que las causas de la crisis son tanto globales como europeas y nacionales: en cada uno de esos ámbitos, los errores y omisiones alimentan el malestar democrático y la desafección ciudadana. Por un lado, la ciudadanía percibe que, a pesar de haberse generado en el sector financiero, los costes de la crisis se están repartiendo de forma inequitativa entre países, grupos sociales y actores económicos. Por otro, observa que la Unión Europea, que desde la instauración de la democracia ha sido un aliado estratégico a la hora de llevar a cabo reformas que incrementaran el bienestar y la cohesión social, está funcionando de forma sesgada y poco democrática. Por último, la ciudadanía también aprecia nítidamente hasta qué punto el sistema político español, seriamente dañado, se ha convertido en un elemento agravante de la crisis.

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