Javier Milei en su primer discurso como presidente. Foto: Facebook Casa Rosada
AP
El plan ortodoxo del presidente supone, entre otras cosas, una devaluación del peso de más de 50%, el despido de empleados públicos, la suspensión de la obra pública y la reducción de los subsidios al transporte y a la energía.
BUENOS AIRES (AP) — Acostumbrados a gobiernos populistas durante los cuales el Estado subsidió desde el boleto de autobús a la electricidad en sus hogares, los argentinos no podrán evitar las consecuencias del plan de ajuste impulsado por el presidente Javier Milei que, entre otras cosas, supone una drástica reducción de las subvenciones y el consecuente aumento de las tarifas.
El gobierno del economista ultraliberal que asumió el 10 de diciembre comenzó a aplicar una batería de medidas que buscan recortar el gasto para terminar con el déficit fiscal y contener una inflación de casi 161% anual que ha disparado la pobreza a más del 40 por ciento.

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