- Mientras Sheinbaum presenta a su equipo de campaña, la oposición saca las navajas y protagoniza una ríspida pelea envuelta en audios, insultos machistas y denuncias
Pablo Ferri - El País
Partidarios de Movimiento Ciudadano duranto un acto proselitista de Samuel García, en Monterrey, el pasado 20 de noviembre.GABRIELA PÉREZ MONTIEL (CUARTOSCURO)Sopla el viento a favor de Morena. El barco de la Cuarta Transformación navega apaciblemente el océano de la precampaña electoral: nadie molesta, nada supone un peligro. La tripulación se frota las manos, cada vez más cerca de los comicios de junio, sobre todo su comandante, Claudia Sheinbaum, que estos días ha presentado su equipo de campaña a los futuros votantes. Mientras tanto, las dos oposiciones, una histórica, pero menor, según las encuestas, y la otra mediática, pero inefable -menor también-, se enzarzan en una batalla a navajazo limpio, envuelta en audios de origen dudoso, insultos machistas y denuncias ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
Ante la nadería opositora, Sheinbaum avanza. La candidata de Morena al Gobierno federal impone el ritmo, ajena a las críticas. Pocos se acuerdan ya del desdén que ha mostrado hacia la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), la más grande del mundo hispano. Sin dar muchas explicaciones, Sheinbaum anunció que no acudiría al encuentro, tradición de los candidatos a la presidencia. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, también sancionaba su decisión al colocar a la FIL en el voluble espacio del conservadurismo cultural.
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