- Bullrich, ahora socia de Milei, ya defendió aquella ley desde el Gobierno
- El presidente electo avisa: "Al ministro que gaste de más, le echo"
- La dolarización dependerá de que la cosecha salga bien
Víctor Ventura - elEconomista.es
En 2001, una joven Patricia Bullrich, ministra de Trabajo de Argentina, defendió la ley de "déficit cero", que obligaría al Gobierno a realizar recortes de gasto proporcionales en todas las partidas (sueldos públicos, inversiones, pensiones, sanidad, educación, obras) si los ingresos fiscales del Estado se quedaban por debajo de lo presupuestado. Aquella ley, declarada inconstitucional en 2002, fue uno de los detonantes de la crisis social y económica que culminó en el corralito de aquel diciembre. Han pasado 22 años, y ahora Bullrich, excandidata presidencial derrotada en primera vuelta, es la socia de un nuevo presidente, Javier Milei, que ha anunciado que aplicará voluntariamente el espíritu de esa ley desde el mismo día de su toma de posesión, el 10 de diciembre. "Va a venir un ajuste de shock", avisó en una entrevista de televisión.
En la década de los 90, y con Argentina dolarizada en la conocida como "paridad", con pesos y dólares circulando al mismo valor, el país se encontraba con un grave problema: no podía contar con el Banco Central para cuadrar las cuentas del Gobierno. Si el Ministerio de Hacienda tenía un déficit presupuestario, el Banco Central no podía emitir dólares, algo que solo puede hacer la Reserva Federal de EEUU, ni podía prestarle los dólares que tenía en sus arcas, ya que estos eran necesarios para respaldar el valor de los pesos en circulación.
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