José Yuste - Dinero en Imagen
La política energética del sexenio fue generar electricidad hasta con combustóleo o construir una refinería para utilizar energías fósiles. Era una política energética que no tomaba en cuenta el cambio climático ni las energías renovables.
En cambio, ahora, está dando paso a una política indispensable para el nearshoring, la energía verde y renovable.
DE DOS BOCAS (FÓSIL) AL HIDRÓGENO VERDE
El viernes pasado, López Obrador anunció que vendría el fondo danés Copenhagen Infrastructure Partners (CIP). Éste invertirá hasta 10 mil millones de dólares para producir hidrógeno verde en Oaxaca, al quedarse con uno de los diez polos de desarrollo del Corredor Interoceánico.
“Estamos hablando de la era de la no contaminación, de todo lo que se está haciendo para combatir el cambio climático”, dijo el Presidente.
Es un cambio radical a una política energética enmarcada en el nacionalismo, que tuvo la construcción de la Refinería Dos Bocas en Tabasco, estado natal del Presidente y donde se invirtieron 18 mil millones de dólares, en una obra que hasta la fecha todavía no refina gasolina comercial.
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