miércoles, 19 de julio de 2017

MIEDO EN EL PASO DE LA MUERTE

  • Los vecinos del socavón temen que el derrumbe de la carretera se trague sus casas y algunos planean vender sus terrenos e irse de ahí
Elena Reina - Cuernavaca - El País
Un albañil mira hacia la imponente carretera de 10 carriles y señala a los coches que pasan. Aunque llevan un ritmo lento porque cinco vías se han reducido a dos, el hombre asegura que los ve detenerse y tomar fotos con sus celulares, algunos incluso se bajan para acercarse a mirar. Los que recorren estos días la carretera México Cuernavaca se encuentran en su paso hacia la capital con un enorme agujero en el asfalto de unos 10 metros de profundidad, un hoyo que hace una semana se tragó un coche que podría haber sido el suyo. En él murieron un padre y un hijo que iban de madrugada a trabajar. Y a un lado del socavón que ha indignado a todo un país, un muro de concreto —que separa la carretera de un pequeño barrio— cuarteado por unas grietas del tamaño de un palmo. Los vecinos que viven abajo de la autopista miran con terror esa muralla gris y rezan para que no se les caiga un día encima.

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