Salvador Camarena - El Financiero
Si una obra que inauguró y presumió el Presidente de la República tres meses después se desfonda, la explicación lógica es la metálica: la falla no estuvo en el concreto, sino en quienes lo hicieron compadres.
Pasada la tragedia, han aflorado testimonios y documentos que evidencian una atención negligente, a llamados de alerta de pobladores y autoridades locales, por parte del titular de la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en Morelos, José Luis Alarcón Ezeta, despedido ayer por el secretario Gerardo Ruiz Esparza.
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