Raymundo Riva Palacio / Eje Central
Las elecciones del 7 de julio produjeron grandes sorpresas. La enorme votación del PRI en Quintana Roo, con 20 puntos de diferencia sobre el PRD en su bastión en Cancún. La debacle de la oposición en Hidalgo, donde Nueva Alianza se convirtió en la segunda fuerza en el estado. El quiebre del PAN en Veracruz, que permitió al PRI recuperar la fuerza perdida en 2012. La segunda debacle consecutiva del PRI en Coahuila, que asentó al PAN en el estado. La recuperación priista en Zacatecas, cuna de dinastías de la izquierda. Pero estas sorpresas, no fueron fortuitas.
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